sábado, 29 de mayo de 2010

ANTANAS MOCKUS CANDIDATO A LA PRESIDENCIA



















· Edad:58 años
· Lugar de nacimiento:Bogotá.
· Profesión:Matemático
· Movimiento Político:Partido Verde
· Sitio Web oficial:
http://www.partidoverde.org.co/



Antanas Mockus nació en Bogotá pero es hijo de inmigrantes lituanos. Este matemático quien se dio a conocer desde la rectoría de la Universidad Nacional, llegó a la Alcaldía de Bogotá en dos ocasiones (1995-1997 y 2001-2003) y ha intentado tres veces alcanzar la presidencia para promulgar sus políticas que reformaron a Bogotá reduciendo en un 70% la tasa de homicidios, disminuyendo en un 50% las muertes por accidentes de tránsito, o ahorrando agua cuyo consumo bajó en un 40%. Con su movimiento Visionarios ha trabajado durante cinco años pero desde el 2010 decidió forjar una alianza con Peñalosa y Garzón en espera de combatir las vertientes políticas y la politiquería.

Entrevista exclusiva con Universia sobre la Educación Superior

Antanas Mockus se desempeñó como Rector de la Universidad Nacional por varios años. Este matemático, con magíster en filosofía, sigue siendo visto ante la opinión pública más como un académico que como un político. Universia habló en exclusiva con él sobre sus opiniones de cómo está la Educación Superior en Colombia y la necesidad apremiante de motivar a las nuevas generaciones al estudio de Magísteres y Doctorados.

1.¿En el contexto actual de la sociedad del conocimiento cuál es su visión actual sobre la educación colombiana?


Tenemos dos características muy positivas; una es la expansión de la cobertura, mucha más gente se está educando en distintos niveles; y la otra es que mucha gente está haciendo un esfuerzo privado de ahorro y organización de gasto del hogar hacia le educación. O sea, hay muchas familias convencidas de que la educación es la llave del futuro; también ahora hay muchas instituciones ofreciendo educación y hay un crecimiento fuerte de la matrícula pública.

2. ¿Y cuáles son las debilidades?

No hay suficiente conciencia de la carencia de calidad. Es decir, la educación que se ofrece no alcanza los niveles de rigor internacionalmente aceptados. Yo lo noto mucho en la productividad, donde la persona que termina estudios superiores, que hace un postgrado, un magíster o un doctorado, debe ser contundentemente más productiva que el bachiller o la persona que tiene sólo la educación básica. En ingresos se nota todavía una diferencia entre el bachiller y el profesional como de uno a dos. Es decir, no todo magíster o todo doctor adquiere una productividad relevante en Colombia que le permita enfrentarse con éxito claro al mercado laboral.

3. ¿Pero cómo ve la educación en términos cuantitativos de acuerdo con la cantidad de jóvenes que terminan ingresando a la universidad en relación con los que se gradúan?

Bueno, no he mirado cifras recientes, pero lo último que miré es más o menos que de dos que ingresan a la educación superior, uno se gradúa, que en sí no está mal; el lío es que sólo el 27% de los que están en la edad en que podrían estar cursando universidad están en universidad. Hay países latinoamericanos que tienen cifras de 35% o 40% mientras nosotros 27%, entonces digamos nuestra entrada está un poco retrasada. Hoy en día hay mucho bachiller que quisiera estudiar educación superior y eso significa que va a crecer la matrícula en los próximos años, probablemente tanto en la pública como en la privada. Pero lo que me preocupa es que si no trabajamos calidad y pertinencia va a haber frustración, es decir el joven va a decir “pude hacer una carrera pero ahora qué hago, no consigo empleo o si lo consigo me pagan parecido a lo que me pagarían simplemente siendo bachiller”. La credencial o el diploma de profesional ahora no dan los privilegios que antes daba.

4. ¿Y cómo ve la calidad de la educación?

Me imagino a los estudiantes y los profesores tomando conciencia del tema de calidad, movilizándose, diciendo “tenemos que exigirnos mucho más, tenemos que compararnos”. Los Ecaes ya son una buena instancia de comparación interna de un país, eso es un logro, genera una competencia nacional. Pero tenemos que competir internacionalmente. Ahí hay indicios que tampoco estamos completamente mal. Si cogemos nuestros mejores profesionales, los podemos llevar a las mejores universidades del mundo y en general enganchan bien, con dos problemitas, enganchan de 27 o 28 años donde el joven local engancha de 22 o 23. Entonces nuestra educación superior es más lenta, allí tenemos otro problema.

5.¿Pero dónde queda el factor económico?, una persona que quizá tuvo la oportunidad para pagarse un pregrado, posiblemente ya no podrá costearse un magíster o un doctorado.

Eso tiene que ver con la velocidad. Es decir, una familia puede hacer un esfuerzo hasta que se cumpla con 24 o 25 años, pero que lo sostenga hasta los 30 o 35 es pedirle mucho, entonces la gente empieza a trabajar y los postgrados no logran ser alcanzados.
Pero no quiero irme al extremo de una visión depresiva de la educación superior, pero es bastante desigual en su calidad y es un poco lenta. Yo soy de los que hubiera preferido reducir las carreras de cinco a cuatro años porque cuatro años, más dos en el papel que se convierten en tres o cuatro del magíster, más cuatro o cinco del doctorado, llega la gente muy vieja de donde debería empezar.


6.¿Profesor Mockus, cuáles son entonces sus propuestas concretas para mejorar todo este problema educativo?

Bueno, cuando me dice concretas, yo le digo estudiemos juntos la reforma académica de la Nacional en el período del 91-94. Ahí el modelo es que debe haber un tercio o la mitad de los profesores que hagan investigación y docencia. Hay muy buenos profesores que no hacen investigación, pero son más bien la excepción. En el mundo desarrollado y en países como Brasil, el estándar normal de un profesor universitario es un doctor, activo en investigación que es capaz de enseñar conectando lo que enseña con preguntas de investigación, llevando a los estudiantes pues si no es a ser todos investigadores, por lo menos a tener una idea de lo que es el conocimiento tal como lo vive el investigador. De algún modo el profesor profesa. El investigador, por su parte, llena eso de dudas, de preguntas, el investigador está muy abierto a la transformación del conocimiento. El docente, un poco en general es más dogmático, más cerrado a los cambios.

7.Según le entiendo, la solución es invertir más en investigación

Sí. Y ahí viene un tema doloroso porque en el ideal jurídico, las universidades deberían todas hacer investigación y en algún grado muchas lo hacen. Esa investigación debería ser mucho más pertinente y conectada a la innovación en la industria.
Necesitamos una universidad que tenga muchos más doctores. Y una de las maneras de lograrlo es decirle a la gente mire: “lo que le pago por tener un pregrado es poquitico, le pago un poquito más por tener la maestría, pero le pago en realidad por tener un doctorado”. Estimular las publicaciones: quince puntos salariales por cada artículo de revista internacional reseñada.
Pero habría que corregir este sistema que se construyó y no recompensa suficientemente la investigación con impacto en Colombia. Por ejemplo, si los que hicieron la investigación sobre Roya y generaron las nuevas variedades de café, hubieran sido profesores de universidad pública, escasamente les hubieran dado unos punticos cuando eso trancó la Roya. Es decir, se privilegió la competitividad en términos internacionales pero no la otra parte. O sea, un profesor en Colombia debe tener una pata en la Academia Internacional demostrando que sabe de qué se habla allá y que se conecta con lo que se produce allá, pero también con una conexión en las veredas de Colombia.

8. ¿Con base en estas posturas, estaría considerado en su plan de desarrollo el aumento del número de universidades públicas?

Mire, a mí me gusta mucho lo que hizo Rafael Correa en Ecuador. Correa es un tecnócrata, tiene su corazoncito un poco a la izquierda, pero el hombre dijo: “yo le apuesto a las universidades públicas” y les aumentó el presupuesto, pero al año dijo “bueno, yo quiero resultados, qué han hecho ustedes con ese dinero. Ya no va seguir dándosele dinero sin algo de allá para acá”.
Hay que mirar el país. Cuando uno compara presupuestalmente lo que se inyecta en educación superior y lo que se invierte en investigación y lo que se invierte en vivienda de interés social y de pronto usted descubre que lo último es menos que cualquiera de los dos anteriores, ¡Ay!, duele, hay unos temas de inequidad. Entonces a mí me encanta la idea de fortalecer a las universidades públicas pero me encanta también la idea de decirles, bueno usted es autónomo, entonces yo como presidente no puedo pensar por la Universidad ni tomar decisiones e imponérselas a la Universidad Pública.

9. Como le entendería su solución no es la creación de universidades públicas sino invertir en las que ya existen.

Sí, pero es distinto, o sea hay que seguir aumentando la matrícula por varias razones. Porque en el cabo de trabajo si se sofistica y podemos volver sobre eso va a requerir más profesionales. Eso si se sofistica, porque si seguimos apuntándole solo a la exportación de minerales, materias primas como carbono, níquel, petróleo, no funciona; si no exportamos cosas que necesiten saberes pues producir profesionales va a ser como poco lógico. Entonces tenemos que exportar productos y servicios que requieran trabajo más complejo, trabajo del cerebro.
Ahora, eso tiene que haber una conexión entre universidad e innovación que va en esa dirección. Por otro lado la presión de los estudiantes va a ser grande. O sea, demográficamente muchos más estudiantes de los que hoy en día terminan el bachillerato lo van a querer terminar, esa gente va a querer educación.
Entonces hay que decirles “si tu profesión es rentable prefiero darte crédito educativo y canalizar por esa vía parte de los recursos. Si tienes demasiado pavor a que no consigas empleo y no puedas devolver el préstamo entonces te ofrezco un nivel de tributación distinto”, es decir, estudie de gorra pero pague más impuestos después.


10. ¿Cómo ve los lineamientos actuales de organismos como el Icetex, Icfes y Colciencias?

El Iicfes lo veo bien, pues muy orientado hacia el tema del servicio nacional de pruebas; el Ecaes, como medición de la calidad y retroalimentación a las instituciones sobre el impacto de sus políticas de mejoramiento. Me gusta mucho la acreditación, me parece que se lograron vías de acreditación razonables y pues es un proceso sincero, verídico, donde hay unos papeles pero la gente sabe que no basta con tener los papeles al día sino que hay que verificar si esos papeles reflejan la realidad.
El Icetex creo que ha aumentado su cobertura. Los jóvenes se quejan mucho de las formas de pago y cierta dureza que es inevitable. O sea, si a usted le prestan y se retrasa, salvo que sea el amigo íntimo del alma, pues en la mayoría de los casos quien presta exige devoluciones y va a los fiadores y todo eso. Entonces creo que ha aumentado lo que la sociedad invierte en crédito educativo.

11. ¿Y, finalmente, en el caso de Colciencias y la inversión a la Ciencia y la Tecnología?


Hay que invertir más, pero sinceramente cuando veo que el presupuesto total de subsidios de vivienda de interés social puede ser menor que el de Ciencia y Tecnología quedo como noqueado.

12. Pero se podría buscar el dinero por otros lados, por ejemplo reducir el Impuesto de Guerra, ¿no cree?

Sí, pues si las Farc tiran las armas al océano y no vuelven a secuestrar a nadie, no vuelven a atacar ningún pueblo ni a extorsionar a nadie. Es decir, las Farc tienen en sus manos esa posibilidad, pero si no la ejercen, mire, sería suicida regresar a la noticia cotidiana del pueblo atacado. Estoy leyendo precisamente un documento sobre Minas Antipersonal y el sólo desmonte de las minas cuesta montones. Colombia se demoró mucho en no reaccionar al tema y ahora paga unos costos altos que técnicamente se llama el monopolio del uso de la Fuerza. Si en una sociedad aparecen distintos actores usando la fuerza por fuera del camino constitucional pues eso es una amenaza a la supervivencia de la sociedad.
Yo no soy guerrerista. Si hay un placer grande en la vida es cortar una (pistola) Colt 38 en rodajitas y repartirlo entre el grupo de escoltas y decirles durante tres meses vamos a andar desarmados. Entonces, sí es claro que con los recursos de la guerra se podría hacer mucho pero hay que recaer en los responsables de la continuidad de la guerra.

Plataforma política


Antanas Mockus es reconocido por el cambio cultural que se dio en Bogotá en 1997 cuando llegó por primera vez a la Alcaldía de Bogotá gracias a sus políticas educativas. Mockus tiene un gran caudal de adeptos en la capital colombiana, pero aún es desconocido en la mayor parte del territorio nacional. Desde su alianza con Peñalosa y Lucho Garzón, de mano del Partido Verde, Mockus se convirtió en el representante de una competencia basada en la cooperación; una campaña honesta, sin maquinarias políticas pero que ya logró un gran referente de votación en el Senado, la Cámara de Bogotá y las Consultas Presidenciales.

La política de gobierno de Mockus está basada en una “transformación cultural y educativa de Colombia”. De acuerdo con el candidato presidencial, esta política permitirá superar el principal problema nacional: la ilegalidad. “Cuando me ha tocado, he actuado con firmeza. A todos les consta. Quiero también construir sobre lo construido: imagínense a cada colombiano retomando lo bueno que ha hecho el otro; si todos los colombianos sacamos lo mejor de nosotros, y confiamos en la educación, competiremos en el mundo y seremos muy fuertes", explicó Mockus en su lanzamiento oficial como candidato.
El ex alcalde señaló que quiere profundizar en la llamada Seguridad Democrática del actual gobierno; pero sobre todo para que por medio de ella se llegue a la “Legalidad Democrática”. Mockus dice que con la ilegalidad debe hacerse lo mismo que se ha venido haciendo con las Farc: “arrinconarlas políticamente, dejarlas sin justificación. Las Farc son apenas una de muchas manifestaciones de la ilegalidad en Colombia y ameritan seguir siendo combatidas sin titubeos. Sin embargo, la ilegalidad más dañina e insidiosa es la del narcotráfico”, explicó Mockus.
Mockus, quien también fue rector de la Universidad Nacional, cree que la justicia debe ser fortalecida y reivindicada pues, según él, después de este proceso donde privilegió la fuerza, ahora debe enfatizarse en la justicia.
“El Estado de Derecho se plasma en el respeto a la Policía y a las Fuerzas Armadas, pero también se plasma en el respeto al fiscal y al juez”, comentó el ex alcalde en una entrevista de El Espectador. “Lo que hizo Uribe frente a las Farc, lo voy a hacer con todos los ilegales, incluidas las Farc. La protección a la vida es el propósito fundamental de la política de seguridad, tanto en la ciudad como en el campo”, agregó.
Al respecto, sobre el conflicto, Mockus asegura estar dispuesto a facilitar la reinserción del grupo insurgente, de la misma manera como Uribe facilitó la reinserción de los paramilitares. “Una Ley de Justicia y Paz mejorada”, explicó. Además, consideró que debe dársele más confianza a la Cruz Roja para que participe en la parte humanitaria del conflicto. Mockus también garantizó la “no negociación con secuestrados de por medio”.
Antanas Mockus, retomando sus políticas pedagógicas, espera poder competir la ilegalidad por medio de la construcción de tabúes. “Construir tabúes que hoy en día están debilitados. Por ejemplo, que a la mamá no se le pega. Nada justifica que se le pegue a la mamá; en ese sentido, nada justifica que se asesine o se secuestre a un ser humano”. Es decir, deben construirse tabúes de rechazo en la sociedad que nieguen socialmente este tipo de actividades delincuenciales.
Así mismo, el Partido cuenta con unas tesis que Mockus se ha comprometido a defender y que representan todo el ideal político de los Verdes.

Primero l@s niñ@s y su felicidad:

Consideran que la salud física, mental y emocional de los niños es la primera prioridad; Es por ello que debe combatirse toda forma de violencia contra los niños y la vulneración de sus derechos. De igual manera deben potenciarse las capacidades de los jóvenes haciéndolos partícipes de las decisiones políticas que los beneficie.

Cultura
ciudadana y educación como pilares del desarrollo:

Uno de los puntos más recordados en la alcaldía de Antanas Mockus: la cultura ciudadana como el gestor de acciones de tolerancia, convivencia y solidaridad; y la educación como el eje para la vida laboral y la vida en sociedad.

Medio ambiente sano y sostenible:

Siendo el color verde su representación política, este partido quiere enfatizar en la defensa, preservación y conservación de los recursos naturales del país. Además, promover el desarrollo y “el uso de energías limpias, nuevas y alternativas no contaminantes para la protección de la biodiversidad”.

Por una sociedad justa e incluyente:

Una política que se reforzó desde la Alcaldía de Bogotá y quiere extenderse a todos los rincones del país: Colombia sin hambre y sin sed, la cual consiste en garantizar a la población colombiana un nivel básico de seguridad alimenticia, nutricional, cobertura en agua potable y saneamiento básico.
Además, el Partido Verde referencia la necesidad de revisar el sistema judicial en Colombia para así garantizar el acceso y mejorar los problemas de congestión e impunidad.


Seguridad: derecho a vivir sin miedo:

en este país, donde el término de la seguridad democrática ha sido acuñado tantas veces, ha obligado a los candidatos y precandidatos a explicar cómo entienden ellos un modelo de seguridad. Así, los tres ex alcaldes aseguran que consolidarían los logros del actual gobierno y diseñarían estrategias específicas en todos los centros urbanos. Además, proponen un desarme civil total, dejando las armas “sólo en manos del Estado”

Posición frente al desarrollo económico y social


“El desarrollo está en la fuerza de las regiones”, sentencia el documento que recopila sumariamente las propuestas de los precandidatos del Partido Verde. En este documento explican que debe fortalecerse la autonomía y productividad de las regiones, pero consolidando una integración regional que fomente el desarrollo económico. Además, aseguran, se deben implementar estrategias que recuperen la confianza en la institucionalidad regional.

En este sentido, otra de las grandes premisas que Mockus ha cargado en su campaña es que “los recursos públicos son sagrados”. Para él, nada justifica que alguien se robe los recursos públicos. Enfatiza que evidentemente es erróneo robar recursos privados, “pero es mucho más grave robar recursos públicos”, pues son dineros de y para la población colombiana.
Mockus es consciente que no todo se soluciona con pedagogía. “Hay cosas que necesitan plata, por ejemplo, hay que mejorar en Ciencia y Tecnología, y eso se hace invirtiendo más; hay que generar un plan estratégico de infraestructura y lograr atraer dinero privado pero para eso también se necesita dinero público”, explicó en entrevista al Canal Caracol.
Por otra parte, deben establecerse políticas que generen oportunidades de ingreso y empleo digno y productivo; desconcentrar la propiedad agraria y facilitar el acceso a la tierra y promover la reforma urbana que facilite el acceso a una vivienda digna a los más pobres.
“Una política económica ordenada, eficiente y equilibrada hará factible nuestra apuesta por la educación, la tecnología, la ciencia, la innovación, el emprendimiento y la cultura como motores del desarrollo del país”, sentencia un aparte de la propuesta programática de Mockus y Fajardo.
Del Partido Verde también proviene una propuesta de una política internacional en la que se promuevan los procesos de integración regional, orientada hacia la integración económica, social, cultural, ambiental y política con diversas naciones del mundo y en especial con América Latina y el Caribe.
Entre otras propuestas de los Verdes está “impulsar una reforma tributaria estructural que ordene los impuestos nacionales y regionales, aumente el recaudo, recupere la eficiencia, asegure la equidad, promueva la formalidad empresarial y laboral y frene la evasión”.
Los asesores económicos son los reconocidos economistas Salomón Kalmanovitz y Alejandro Gaviria. De acuerdo con ellos esta reforma simplificará el régimen tarifario del IVA y el impuesto a la renta“.
La permanencia del impuesto a las transacciones financieras será revisada. Se revisarán también los impuestos que corresponden a municipios y departamentos, introduciendo incentivos para aumentar el recaudo y mejorar su asignación”, concluyeron.



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