NOEMI SANIN CANDIDATA A LA PRESIDENCIA

Noemí Sanín incursionó en la política desde hace muchos años; empezó su trabajo en el gobierno nacional de 1982 con Belisario Betancur como ministra de comunicaciones y desde allí se ha desempeñado como embajadora de Venezuela (gobierno Gaviria), España (gobierno Uribe I) y Reino Unido (gobierno Uribe II). En dos ocasiones esta mujer de origen paisa demostró su interés por convertirse en la primera presidenta de Colombia. Ahora vuelve en las listas del partido conservador esperando que la tercera sea la vencida.

Propuestas para el sector educativo

Noemí considera que la educación es fundamental para construir un país de clase media. La precandidata conservadora destaca el 4,9% del PIB que se invierte en educación en la actualidad afirmando que está en el promedio de América Latina, pero que aún deben mejorarse algunos puntos.Concretamente, la ex embajadora promete que al final de un eventual gobierno suyo, alcanzaría la cobertura neta universal en educación básica y media. Además, la educación técnica y tecnológica deberá aumentar su participación en la educación superior del 25% al 50%.Noemí también quiere aumentar el nivel de bilingüismo en la educación media para que se incremente del 8% al 25%. La precandidata aspira aumentar la inversión del Estado en investigación, ciencia y tecnología del 1% actual a una cifra que se acerque al 2%. Según Noemí, esta inversión posicionará a Colombia y además se convertirá en una nueva fuente de empleos.

Estrategias a seguir:

Noemí sabe que el gobierno debe garantizar, basado en una mejora en la educación primaria, el acceso a diferentes formas de educación secundaria. Para ello, propone específicamente estrategias como el aumento en un punto del PIB para el gasto en educación, fondos que irán destinados a mejorar la infraestructura de los colegios y escuelas del país; además sugiere convertir el ICETEX “en un verdadero banco de oportunidades para los jóvenes” en el que los créditos y becas del ICETEX se puedan pagar con investigación o con servicio social o educativo en zonas marginales del país. Por otra parte, la precandidata conservadora sugiere crear el Ministerio de Ciencia y Tecnología “para canalizar los esfuerzos del gobierno, las universidades y colegios, y el sector privado en materia de innovación y desarrollo tecnológico” con el que se promueva la innovación e investigación del país.

Posición frente al desarrollo económico y social

Como metas primordiales en el área económica, Noemí Sanín tiene interés en reducir las tasas de desempleo a mucho menos del 10%. Según cita la precandidata, Naciones Unidas registra a Colombia como el sexto país más desigual del mundo. El desempleo es para Noemí el factor que sume a este país en una profunda desigualdad social, es por eso que en su eventual gobierno ella se basaría en la generación sostenible de empleo y el crecimiento económico con inclusión social, mediante proyectos de inversión social y el fomento al emprendimiento. De igual manera promete mejorar las condiciones laborales con un trabajo estable, digno y con acceso a la seguridad social. Noemí tendría como meta reducir el trabajo informal a menos del 30%. Noemí, quien es concordante con las políticas del presidente Uribe, asegura que su modo de actuar no sería reformar las políticas actuales que se han usado para reducir el desempleo (uno de los temas económicos más criticados al actual gobierno) sino que se debe retomar eso pero sumándole un énfasis en la creación de oportunidades y herramientas para que los colombianos puedan desarrollar su capacidad económica. En ese sentido, Noemí propone “reemplazar el Trabajar, Trabajar y Trabajar, por el Trabajar, Producir y Progresar” (TPP), que se ha vuelto en otro importante lema en su campaña y propone, básicamente, un campo de oportunidad para todo colombiano que desee crear su propia empresa en el que se le dará capacitación técnica, financiación del capital y asesorías.

Propuestas políticas

Slogan: "Ganas tú, gana Colombia"
Noemí, también siendo una militante del gobierno actual, responde a sus propuestas, sobre todo en la defensa y consecución de la paz, con el discurso de la Seguridad Democrática. Noemí asegura tener la suficiente mano dura para obtener una derrota militar y operativa de los grupos armados al margen de la ley. Pero a este discurso le agrega ideas con las que pretende resolver los problemas que ha tenido esta política de seguridad. Así, se compromete a crear el "plan Héroes de Colombia" y "Paz Social en las Ciudades" con los que se pretende aumentar la tecnología armamentista y capacitar a los soldados y policías en derechos humanos y técnicas de profesionalismo.

Lucha contra la corrupción y justicia eficiente:
Noemí también destaca en sus propuestas la necesidad de combatir la corrupción, la politiquería y el clientelismo. Según la precandidata, desde el 2005 la corrupción ha ido aumentando. Tanto así que en el último índice de percepciones de corrupción, compilado por la ONG, Transparencia Internacional, para el 2009 Colombia cayó cinco puestos. A este problema se suma la ineficacia de la justicia que se debe a diversos factores. En referencia a estos dos puntos, la precandidata promete disminuir los índices de corrupción en un 50% en los dos primeros años y otro 25% en el tercer año de gobierno. A su vez, para el tema de la justicia, promete que para el 2014 la modernización del sistema judicial permitiría un ideal acceso y tratamiento a cualquier colombiano.

Infraestructura para nuestro futuro:
Por otra parte, la precandidata se compromete a construir la infraestructura que necesita el país. Inicialmente, asegura Noemí, se debe invertir en desarrollar la capacidad tecnológica e innovadora de la empresa colombiana para estar a la vanguardia mundial de estos procesos. En este sentido, Sanín considera que deben cambiarse los modos en que se hacen las contrataciones para grandes obras facilitando la inversión privada. Además, propone la firma de un pacto con todas las fuerzas políticas que garantice que los contratos para las grandes obras, planeadas con horizontes de 20 y 30 años, sean respetados por todas las corrientes políticas del país y, por ende, los mandatarios venideros.